En los últimos veinte años el centro ha sido motivo de importantes ejercicios de planificación. Por su herencia histórica y por su capacidad para adaptarse a las cambiantes necesidades de la sociedad, la recuperación del espacio público ha sido parte sustancial de la regeneración. La modernización de la infraestructura y el nuevo diseño de las calles, especialmente en sectores históricamente desatendidos, han contribuido a recuperar el sentido social del espacio público, lo que ha detonado procesos de regeneración en sectores específicos.
Devolverle la calle a los peatones es el eje central del mejoramiento del Centro Histórico desde 2007. Los proyectos han estado regidos por la creación de espacios más amigables para las personas, diseñados a escala del peatón, pero funcionales para todos los usuarios de la vía pública. La creación de los corredores peatonales ha sido fundamental para la reapropiación de la calle como escenario de la vida comunitaria, y el encuentro entre vecinos y visitantes del centro. La rehabilitación de calles es un proceso de largo alcance, pero también de largo plazo, que requiere del trabajo conjunto entre diversas instancias y la sociedad civil.