El jefe de Gobierno del Distrito Federal fue electo por primera vez mediante voto directo en 1997 (antes, el regente del DF era nombrado por el presidente). Una de las primeras acciones del gobierno democrático, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, fue abrir a concurso abierto los proyectos públicos. El primero fue la remodelación de la Plaza de la Constitución, que requirió de la coordinación entre el Gobierno Federal y el capitalino, un entendimiento de valor histórico entre la oposición de izquierda, que por primera vez gobernaba la ciudad, y el gobierno priísta. El concurso se realizó en dos etapas; la primera, completamente abierta; y la segunda, con 15 finalistas seleccionados; en ambos casos se cumplió con un riguroso anonimato. El ganador y varios finalistas eran egresados –o incluso estudiantes– de la UNAM.
Si bien la propuesta ganadora no se realizó, este concurso fue el detonante para que cada día más proyectos de obra pública en México se abrieran a concurso. “Los concursos hacen que participe la gente”, dice el arquitecto Ernesto Alva, quien ha sido responsable de organizar varios, algunos se han quedado en el papel y otros que sí se han concretado. Otro de los aspectos que retomó el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas fueron las obras de equipamiento social.