La arquitectura para el turismo y el entretenimiento también ha tenido importantes cambios con la apertura a los mercados globales. Para convertir a la capital del país en sede de conciertos internacionales fue necesario construir una infraestructura adecuada. El Auditorio Nacional y el Palacio de los Deportes son los primeros edificios transformados para este fin, a finales de los ochenta. A partir de entonces, tanto en la Ciudad de México como en el resto del país han surgido numerosos recintos polivalentes destinados, principalmente, a la realización de espectáculos; varios de ellos son espacios existentes que han sido modernizados.
En materia de turismo, a finales de los noventa surgieron nuevos conceptos como los hoteles boutique en entornos urbanos y de playa. En el nuevo milenio, las grandes cadenas hoteleras apuestan por el concepto “todo incluido” de lujo, que conlleva tanto la construcción de nuevos conjuntos como la remodelación y actualización de los existentes. Los viajeros de negocios también demandan servicios de calidad, de manera que en todos los segmentos de la hotelería, la arquitectura y el diseño de interiores se convierten en un valor agregado.